El acto de mirar
La palabra “mirada” proviene del
verbo mirar[1]. Este acto infiere que hay un sujeto (el que mira) y un
objeto (lo mirado). Habitualmente, cuando hablamos de mirar o de
mirada, tendemos a observar el objeto de dicha mirada. Por tanto, la
mirada interna se podría entender como la mirada “hacia dentro”.
Sin embargo, en este caso, cuando hablo de mirada no estoy pensando
en aquello que es mirado, sino en aquel que mira.